miércoles, 24 de noviembre de 2010

Nota de Nicolás Schottenheim

Publicada el lunes 22 de noviembre de 2010 en el blog de “Pulpos de Radio”, programa radial que se emite todos los miércoles de 19 a 20 hs. por FM SOS 105.1
www.pulposderadio.blogspot.com

"La Espera Trágica" por Ochomocho, en biblioteca Fray Mocho

Nueve menos diez de la noche. La gente del barrio se congrega en la puerta de la pequeña biblioteca Fray Mocho, sita en Lacroze y Pueyrredón. A los pocos minutos, entramos al hall principal de la biblioteca donde nos recibieron, como siempre, con una sonrisa.
Con las entradas ya en mano, fuimos dirigidos a una primer sala en donde el título de la obra tomó algo de color: 10 minutos de espera, para nada trágica, mirando las diferentes caras del barrio que uno suele conocer. Una biblioteca plagada de libros, sillas de colegio.
Conducidos por un pasillo oscuro por lo que sería el patio de la escuela, fuimos finalmente ubicados por dos señoritas con linterna, en nuestros asientos que, en forma de círculo, abrazarían la obra. Las luces, completamente apagadas.
Hay que decir para el que no conoce el teatro del absurdo, que es un género diferente a lo que uno suele ver a diario. Esta corriente nació para después de la 2da guerra mundial, como una forma de representar el desorden reinante, tanto social como personal, y el desconcierto de la gente de esa época al no poder entender y razonar lo que estaba pasando.
Por eso quizás, cuando escena tras escena parece no haber un hilo que conduce todo a una meta, lo hay. Lo hay en orden general, en plural.

Pero hablemos mejor de la obra de teatro entonces, que fuimos a ver ayer a la noche a la biblioteca Fray Mocho. Desconcertante desde el principio, la obra saca del lugar común absolutamente todo. Con las actuaciones perfectas de los, para mí, personajes principales, Martín Ribot y Marina Zanollo, y de "secundarios" que son Luis Gómez y Carolina Rossi.
Las actuaciones son excelentes, y la puesta en escena lo es más aún. La música en vivo es PERFECTA, haciendo de cada escena un momento único entre música y actores. La versatilidad de Martín es admirable, ya que la obra gira sobre si misma como en un espiral de moebius inentendible, escondiendo entre sus incoherencias y repeticiones el verdadero significado de todo: Como sufre el hombre, y como le cuesta comunicarse.
La Obra fue escrita por Eduardo Pavlovsky en el año 1962 pero es más actual que nunca. En un mundo en el que nos sobran las formas y la velocidad de las comunicaciones, nos vemos cruzados por un problema mayor: NO NOS ENTENDEMOS, y esto es básicamente porque la gran mayoría ya no tiene que decir.

Entonces, como les decía, la obra es recomendable. Es diferente. Y por sobre todo es arriesgada, pero nada que este excelente grupo de teatro no haya sabido llevar adelante. Es un orgullo que este tipo de obras, diferentes, disonantes y por sobre todo entretenidas, se estén presentando en estos pagos.

Miles de gracias a los chicos de Ochomocho por su invitación!

Nicolás Schottenheim para Pulpos de radio

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